Hace mucho que estoy jugando a este juego, me siento cómoda, sé lo que hay que hacer, llevo práctica. Me sé las reglas y conozco a las personas que me acompañan en este juego.

Y llega año nuevo, una ruptura, un viaje largo, y al volver me doy cuenta de que me aburrí, ya no me apetece hacer lo mismo de siempre, que me sea relativamente fácil no me es suficiente. A veces me entran esas ganas desde adentro de volver a sentir esos nervios que solo provocan los nuevos inicios.

Para jugar a otra cosa, sé que tengo que aprender las reglas de este nuevo juego y empezar a practicar. Y aquí es cuando el cambio tiembla, la incomodidad aprieta, las excusas empiezan a alzar la voz, las ganas de parar y volver a lo de siempre se hacen presentes.

La mejor manera que conozco de incorporar un nuevo juego, rutina, manera de hacer es con un plan detallado, necesito tareas simples, concretas y diarias, sumadas a hacerlo juntos. Quiero personas con las mismas ganas y el mismo compromiso que me acompañen.

Porque hacer un reto a la par, nos une, nos empodera, nos da fuerza, es más divertido y más fácil.

Es por esto, que creé el plan, y si tú también quieres aprovechar este comienzo de año para cambiar de rumbo, te sumes y lo hacemos juntas.

La idea es HACER, simple, bonito y juntas/os. Empezar el día aprendiendo y jugando el nuevo juego. Es salir de la mente y vivir en el mundo de la experimentación.

Es para ti, si te quieres comprometer contigo, si este año te quieres poner como prioridad, si tienes ganas, de verdad, de experimentar un año diferente.